Por naturaleza, los seres humanos somos seres sociales en busca de relaciones que enriquezcan nuestro entorno, estas son tan relevantes que nos ayudan a formar un camino de autoconocimiento así como un lazo de pertenencia, denominado en una forma muy trivial “amor” que realmente llega a ser tan profunda como desconocida.
A sencillo término se puede definir como un sentimiento que experimentamos hacia una persona, en donde no solo se trata de afinidad o química, sino también un mutuo respeto, conexión y libertad y este no solo puede referirse a las demostraciones físicas, sino afectivas y por supuesto emocionales que se generan sin planearlo.
Sin embargo, hay una variante tan importante que no debemos olvidar: el amor propio.
Si bien tenemos en claro que las relaciones a terceras personas deben procurarse y cultivarse, es de vital importancia entender que la relación más importante que tenemos es con nosotros mismos.
La ruta “sencilla” hacia el amor propio, puede iniciar desde el cuidado de nuestra salud mental, que se podrá ver reflejada en la física.
Aunque no lo parezca, resulta reconfortante entender que las pequeñas acciones que hacemos por nosotros son un reflejo de nuestro amor, como por ejemplo: utilizar una crema para nuestro rostro, evitando que se reseque o lastime nuestra piel, incluso lavarnos el cabello y el cuidado del mismo, lavarnos nuestros dientes previniendo alguna enfermedad o simplemente cuando comemos algo que tanto nos encanta.
Es curioso, pues estamos tan acostumbrados a que esto sea lo habitual para nosotros que simplemente no recordamos que eso también es amor.
Sin embargo, en algunas ocasiones desconocemos cómo seguir cuidando de nosotros, encontrándonos en una ruta de posibilidades que pueden ser abrumadoras. Si recordamos con cuidado, ya nos habrá tocado escuchar que con salud en nuestras vidas es más que suficiente.
La respuesta es: sí. Las cosas simples, como tomar vitaminas necesarias para prevenir enfermedades en la temporada invernal, o incluso acudir a check ups médicos para verificar nuestro estado de salud refleja lo mucho que nos preocupamos por nosotros y la importancia que le damos a nuestro bienestar.
Recordemos que predicamos con el ejemplo, como se decía al principio, nuestras relaciones tienen un peso enorme a las decisiones que tomamos día con día, si nosotros empezamos a cuidarnos convirtiéndolo en un hábito, nuestros seres amados lo verán como lo más normal del mundo y también lo harán.
El cuidado a terceros es un reflejo de los actos de amor que podemos tener y no lo sabíamos. Tan importantes y valiosos para todos nosotros.
El amor, también está cuando escuchamos a nuestros seres queridos hablar, les acompañamos y disfrutamos de su compañía, en nuestros abuelos, la tristeza puede volverse una depresión que es una enfermedad psiquiátrica más común de lo que nos gustaría entender, por ello es tan importante que veamos su bienestar y felicidad, apoyándoles en nuevas actividades, proyectos, prevención de enfermedades, el cuidado de su salud y la convivencia con las personas que ellos aman, la red de apoyo es muy importante para su bienestar.
En los jóvenes que nos rodean, resalta la importancia de demostrarles que ellos son valiosos y visibles a nuestros ojos, con las necesidades que requieran, sin dejar de hacer válido su sentir y orientarlos ante las dudas que aquella edad pueda estar generando.
Comprendamos que las heridas emocionales existen y estas nos pueden afectar de muchas maneras.
Hay un número muy importante de enfermedades silenciosas y letales que pueden afectarnos, algunas pueden ser letales y difíciles de detectar si no se hace un estudio detallado del mismo. Por ello, cuando hablamos de formar una familia o tener un amor romántico con una persona que ha llegado a nuestra vida para entablar una relación la confianza es tan necesaria como lo es respirar.
Podría resultar un tabú para algunas personas todavía, pero es necesario que se entienda el gran acto de amor que representa cuidarse mutuamente. Los chequeos médicos en pareja son reflejos de amor y compromiso hacia la persona que amas, tales como la planificación familiar.
No olvidemos, que Febrero no solo nos demuestra lo mucho que el amor puede mover el mundo y lo bonito de este, sino la importancia que debemos darle hacia todas las personas que tanto amamos y también a nosotros mismos. El amor, no solo es un día al año, es una constante eterna que se debe fomentar sin importar la época en la que nos encontremos.