¿Sabías que una sola pila de las que utilizan los relojes de pulsera puede contaminar el agua de una alberca olímpica?
Las pilas contienen una alta concentración de metales, por lo que tienen que ser consideradas como residuos peligrosos. Es por esto, que debemos ser muy cuidadosos y no desecharlas en la basura.
Las pilas que son arrojadas a vertederos o tiradas en cualquier terreno o zona que no esté especialmente indicada para el tratamiento de este tipo de residuos, causan un gran impacto en la naturaleza y en los seres vivos. Además, las pilas tardan mucho en descomponerse, por lo que contaminan poco a poco, a corto y largo plazo, cualquier ecosistema.
- Las sustancias tóxicas que emiten las pilas en descomposición contaminan el aire, provocando efectos nocivos sobre la salud de los seres vivos.
- Las pilas también contaminan el suelo. Esto provoca cambios en el ecosistema, provocando la disminución de los suelos fértiles y la imposibilidad de que las plantas crezcan para que los animales se alimenten.
- Asimismo, contaminan las aguas, tanto las superficiales como las subterráneas, provocando problemas para la agricultura y la ganadería y, sobre todo, para los ecosistemas marinos.
¿Qué hacer?
Lo más recomendable es disminuir su consumo, primero evitando la compra de aparatos que las requieran y, segundo, utilizando baterías recargables (una pila recargable puede sustituir hasta 300 desechables). Por último, es primordial darles un destino seguro cuando ya no sirvan.
¡A la basura no! Sella solamente los polos (extremos positivo y negativo) con un poco de cinta adhesiva.
Deposítalas en un contenedor especial para pilas.
Busca en tu ciudad los centros de acopio de pilas usadas y llévalas para que puedan ser recicladas. De esta manera contribuirás a tener un ambiente más limpio.