Es más común que las mujeres acumulen grasa alrededor de las caderas, nalgas y muslos, mientras que los hombres la acumulan en la cintura. ¿Sabías que la grasa abdominal puede ser más peligrosa que la que se almacena en cualquier otra parte del cuerpo?
Hace mucho tiempo, la grasa abdominal tenía como propósito la supervivencia; es decir, durante los tiempos de abundancia se almacenaba grasa adicional para vivir de ella durante el invierno. Además, le servía al hombre primitivo para que pudiera correr y cazar. Pero en nuestra sociedad de alto consumo, hay más abundancia que escasez. Es por eso que los hombres, cada vez más, acumulan peso.
¿Por qué prestar atención a la grasa abdominal?
De acuerdo con especialistas, la grasa abdominal aumenta el riesgo de presión sanguínea alta, enfermedades del corazón y diabetes. Además, esta condición está asociada con niveles bajos de testosterona. Generalmente, los hombres con abdomen grande no tienen la misma masa muscular, niveles de energía y libido que los que están en forma.
¿Cómo saber si estamos en riesgo?
Mide tu cintura:
- Párate y coloca una cinta métrica alrededor de tu estómago desnudo, justo encima del hueso de la cadera.
- Tira de la cinta métrica hasta que encaje cómodamente a tu alrededor, asegúrate de que la cinta métrica esté nivelada en todo tu perímetro.
- Relájate, exhala y mide tu cintura; no caigas en la tentación de “meter” la panza.
Para los hombres, una medida de cintura de más de 102 centímetros indica una concentración poco saludable de grasa en el vientre y un mayor riesgo de problemas de salud.
¿Qué hacer?
Para perder el exceso de grasa y evitar que regrese, trata de perder peso de manera lenta y constante. Se recomienda comer menos y ejercitarse más, es decir, quemar más calorías de las que ingieres para eliminarlas. Por ejemplo, caminar a un paso moderado por 30 minutos diarios reducirá el riesgo de un ataque al corazón.
Consulta a tu médico para que te ayude a comenzar y a mantenerte en el buen camino.