En el juego despreocupado y lleno de energía de la niñez, a menudo pasamos por alto un elemento esencial para la salud a largo plazo: la protección solar adecuada.
La exposición a los rayos ultravioleta (UV) del sol durante la infancia puede tener consecuencias graves en la salud de nuestros hijos a medida que crecen. Es por eso que el uso del protector solar no debe ser una opción, sino una prioridad en la rutina diaria de cuidado de la piel de los niños.
La protección contra los rayos UV es más que un simple cuidado estético.
No solo pueden causar quemaduras solares y bronceado, sino que también pueden penetrar en las capas más profundas de la piel y causar daños celulares que aumentan el riesgo de cáncer de piel en el futuro. En los niños, cuya piel es más delicada y susceptible, la protección solar adecuada es aún más crucial.
El protector solar, un escudo invisible.
Su uso recurrente en la infancia puede ayudar a prevenir una variedad de enfermedades de la piel a medida que los niños crecen. Algunas de las condiciones de la piel que pueden prevenirse con la protección solar adecuada pueden ser:
- Cáncer de Piel: La exposición excesiva al sol durante la infancia aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel en la edad adulta. El uso de protector solar desde una edad temprana puede reducir significativamente este riesgo al proteger la piel contra los daños causados por los rayos UV.
- Quemaduras solares: Pueden ser extremadamente dolorosas y aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel en el futuro. Aplicar protector solar regularmente puede ayudar a prevenir las quemaduras solares y proteger la piel sensible de los niños.
- Envejecimiento prematuro: La exposición prolongada al sol sin protección puede acelerar el proceso de envejecimiento de la piel, causando arrugas, manchas oscuras y pérdida de elasticidad. El uso de protector solar puede ayudar a mantener la piel joven y saludable durante más tiempo.
Pero, ¿cómo elegimos un protector solar adecuado para los niños?
- Busca un protector solar con un FPS de al menos 30, que ofrezca protección contra los rayos UVB y UVA. Cuanto más alto sea el FPS, mayor será la protección contra las quemaduras solares y el daño solar.
- Opta por protectores solares especialmente formulados para la piel sensible de los niños, que sean hipoalergénicos, libres de fragancias y dermatológicamente probados.
Elige un protector solar resistente al agua para garantizar una protección duradera, especialmente si los niños están nadando o sudando. - Recuerda aplicar el protector solar cada dos horas, o con mayor frecuencia si los niños están nadando o sudando.
Al hacer del uso del protector solar una parte fundamental de la rutina diaria de cuidado de la piel de los niños, puede ayudar a prevenir enfermedades de la piel y garantizar que crezcan con una piel sana y protegida.
Fuente:
https://www.salud.mapfre.es/salud-familiar/ninos/prevencion-y-salud/proteccion-solar-en-la-infancia/
