El envejecimiento provoca cambios en el organismo (aparato urinario, próstata, vagina, músculos del suelo pélvico, sistema nervioso) que favorecen que la persona mayor tenga más probabilidades de sufrir incontinencia urinaria; sin embargo, no debe aceptarse el hecho de que, por ser mayores, se tenga que perder esta función.
La incontinencia urinaria supone la pérdida de una función fisiológica: la continencia urinaria, que se “aprende” en la infancia y que es posible por la coordinación de la vejiga (que almacena la orina) y la uretra (que sirve de canal de salida de la orina).
La continencia urinaria existe cuando nuestra uretra puede aguantar la presión que ejerce la orina contenida en la vejiga hasta que decidimos vaciarla voluntariamente una vez que hemos recibido el reflejo de la necesidad de orinar.
La incontinencia no es exclusivamente un problema del aparato urinario, sino que puede estar relacionada con distintos órganos o sistemas de la persona mayor: aparato nervioso, aparato genital, aparato locomotor, etc.
TIPOS DE INCONTINENCIA URINARIA
De acuerdo al tiempo de evolución:
- Transitoria o aguda, de menos de cuatro semanasde duración.
- Establecida o crónica, de más de cuatro semanasde duración.
Según la situación que la desencadena:
- De urgencia: pérdida involuntaria de orina precedida de una necesidad urgente de orinar y que es difícil contener.
- De esfuerzo: frecuente entre las mujeres, es la pérdida involuntaria de orina que se produce al realizar un esfuerzo, toser o estornudar.
- Mixta: es la combinación de incontinencia de urgencia y de esfuerzo.
- Por vaciamiento incompleto(o rebosamiento): más frecuente en los hombres, consiste en el goteo y/o escape constante asociado a un vaciado incompleto de la vejiga. También se puede presentar debilidad del chorro urinario, interrupción de la micción y dificultad en su inicio.
- Por motivos reversibles: Los transitorios asociados a factores como el embarazo o el parto, cirugías en el aparato urinario, impactación fecal, aumento en la producción de orina, trastornos del sueño. Los funcionales, como el delirio, causado por diversos factores, insuficiente motivación causada por depresión grave, restricción de la movilidad, falta de ayuda para acceder a orinar, etc.
CAUSAS
- Problemas en los procesos neurológicos, en el aparato urinario, en los huesos y en las articulaciones.
- Deterioro funcional: inmovilidad y/o demencia.
- Toma de un número elevado de medicamentos.
- Lesiones genitourinarias específicas.
- Cambios en el organismo relacionados con la edad.
- Presencia de varias enfermedades o trastornos a la vez.
EFECTOS
- Conduce a un declive físico, funcional y emocional.
- Provoca situaciones de aislamiento social, cuadros de depresión y ansiedad.
- La urgencia por orinar escausa de un incremento de caídas y fracturas.
TRATAMIENTO
Es necesario un enfoque personalizado en cada caso y tener unas expectativas realistas en cuanto a los resultados que pueden obtenerse. Se recomienda acudir al médico para que realice la valoración correspondiente, y si lo considera necesario, canalizará el caso al urólogo o ginecólogo.
En el caso de pacientes con demencia severa o con problemas neurológicos irreversibles, y en aquellos ancianos cuya condición física esté muy deteriorada a causa de enfermedades crónicas evolucionadas, la curación de este problema puede que no sea posible. En estos casos, el objetivo es atenuar en lo posible las consecuencias de la incontinencia, proporcionando al paciente aquellos materiales necesarios para mantenerlo seco, como los pañales o colectores.
RECOMENDACIONES
- Cambios de estilo de viday medidas de higiene y dietéticas.
- Programas de rehabilitación de la musculatura del suelo pélvicoy entrenamiento de la conducta.
- Tratamiento con fármacos.
- Tratamientos especializados.
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