El Día Mundial Sin Tabaco se celebra el 31 de mayo, proclamado por la Organización Mundial de la Salud, con el propósito de reducir el consumo de tabaco en todo el mundo.
El consumo de tabaco supone hoy en día un problema grave de salud pública. Desde la década de los 60 se conocen y se consideran de forma exhaustiva los peligros que reporta esta droga sobre el estado de la salud. Sin embargo, en la actualidad el consumo de tabaco se encuentra altamente masificado.
En este sentido, las técnicas y las intervenciones preventivas cobran especial importancia, ya que debido a la aceptación que tiene el tabaco en la sociedad, es necesario realizar una serie de acciones que capaciten a las personas para rechazar el consumo de tabaco.
Estas intervenciones preventivas se centran principalmente en la adolescencia e inicio de la etapa adulta, ya que es en esas edades cuando la mayoría de individuos empiezan a experimentar esta droga.
¿Cómo prevenir el tabaquismo?
La cantidad de personas que acaban consumiendo tabaco es muy elevada. Este hecho se debe a dos factores principales:
- Las personas, especialmente los jóvenes y adolescentes, pueden empezar a experimentar con el tabaco sin ser conscientes de las repercusiones de fumar y sin encontrar claras prohibiciones que les restrinjan el consumo de tabaco.
- La elevada adicción que presenta esta sustancia. Una persona puede experimentar cuando es joven con el tabaco, con el único objetivo de conocer qué es o qué se siente al fumar un cigarrillo. Sin embargo, muy seguramente desconocerá que estos primeros consumos pueden convertirse en una adicción al tabaco, la cual aparecerá mucho antes de que se quiera dar cuenta.
Así pues, para prevenir el tabaquismo es importante evitar los primeros consumos o, por lo menos, evitar que las primeras experimentaciones con el tabaco no vayan a más y no se conviertan en una adicción.
PUNTOS CLAVE
INFORMAR
Resulta vital para prevenir el tabaquismo proporcionar información a los jóvenes sobre las repercusiones reales del tabaco en el cuerpo y sobre las enfermedades que origina, los porcentajes de muerte que causa y el deterioro que provoca en el cuerpo.
PSICOEDUCAR
Proporcionar conocimientos básicos sobre las adicciones, el potencial adictivo del tabaco y qué le sucede a una persona cuando empieza a fumar de forma recurrente.
MOTIVAR PARA NO FUMAR
Como hemos visto, el hecho de informar no resulta suficiente ya que, si una persona quiere fumar, por mucho que sepa que resulta nocivo para su salud, acabará encendiendo un cigarrillo. Ante esto, encontrar motivos y objetivos que cumplir a través de la ausencia de tabaco resulta fundamental para prevenir su consumo.
APOYAR CON EL EJEMPLO
Es muy importante que la persona encargada de realizar las intervenciones preventivas del tabaquismo (sea profesor, padre, madre, etc.) pueda predicar con el ejemplo y, por lo tanto, no fume. De lo contrario, todo lo expuesto puede perder su valor y no causar ningún efecto preventivo.
REALIZAR ACTIVIDAD FÍSICA
Fomentar actividades saludables y adoptar estilos de vida sanos son el mejor mecanismo para no dar lugar de entrada, al tabaquismo.
ENSEÑAR A DECIR NO
Todas las técnicas anteriores pueden no resultar eficaces si ante un momento de presión social, el joven es incapaz de rechazar el cigarrillo y acaba consumiendo tabaco.
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