Cómo dar el pecho, saber cuándo el bebé ha comido suficiente, en qué momento introducir las papillas, qué hacer si tu peque come poco… ¡cuántas dudas! Esta sección está diseñada para ayudarte a responder estas preguntas y muchas más: en ella encontrarás desde consejos sobre lactancia hasta recomendaciones sobre cuándo puedes empezar a introducir diferentes alimentos en la dieta de tu bebé.
Primera semana de vida del recién nacido
Puede que durante el primer o segundo día de vida tu bebé parezca tener mucho más interés en dormir que en comer. Esto es normal, ya que el parto también es agotador para el bebé: déjale descansar y asegúrate de que come lo suficiente; las deposiciones te servirán como guía para detectar si está bastante hidratado o hidratada; tanto si quiere comer o no deberías darle cada 3 o 4 horas. Aun así, cada bebé es un mundo, así que déjate guiar un poco por tu instinto durante las primeras 24 horas.
Segunda semana de vida del recién nacido
En esta segunda semana tu bebé está dando el primer estirón de su vida. Significa, que tendrá mucha más hambre que la semana anterior: te pedirá comer cada 2 o 3 horas si le das el pecho, o cada 4 o 5 si está tomando leche de fórmula, y las tomas pueden durar entre 15 minutos y una hora según cada bebé.
Ten presente que la toma empieza en el momento en que empiezas la toma, no cuando el bebé acaba de comer: si empiezas a darle el pecho a las 14 h y acabas casi a las 15 h, ¡es posible que a las 16 quiera comer otra vez! Es normal que tengas la sensación de que te pasas el día dándole el pecho, pero esta etapa pasará y las tomas se irán espaciando cada vez más.
Como consejo general te recomendamos que no esperes a que tu bebé esté llorando desconsolado para darle de comer: si esto sucede no es que el bebé te esté avisando de que tiene hambre, sino que estará tan hambriento que te costará muchísimo calmarle. Aprende a detectar los signos que te indican que tu bebé de dos semanas está dispuesto o dispuesta a comer de nuevo:
● Se despierta después de un buen rato durmiendo y se mueve mucho.
● Se mete el dedo o el puño en la boca.
● Sus labios se colocan en posición de succionar y saca la lengua.
● Si le tienes en brazos, vuelve la cabeza hacia tu pecho.
● Pone muecas o hace sonidos suaves.
Todas estas señales son indicadoras de que el bebé tiene hambre, así que procura darle
de comer antes de llegar al punto crítico en que estalla en llanto. Si aprendes a
detectarlas verás que tu bebé come de forma bastante irregular todavía, pero estará
mucho más tranquilo o tranquila.
Tercera semana de vida del recién nacido
Tras el estirón de la semana anterior, notarás que a partir de los 20 días tu bebé empieza a comer menos. No te preocupes, ¡solo es que durante la segunda semana necesitaba energía extra! En esta etapa seguirá creciendo y ganando peso, pero tendrá un poco menos de hambre.
Tal como sucede con el chupón, puedes empezar a guardar biberones si la lactancia está bien establecida.
Si lo necesitas, el sacaleches puede tener muchas ventajas:
● Si el bebé no se toma toda la leche, podrás vaciar los pechos y evitar las molestias que esto provoca.
● Tener biberones para que el bebé tenga disponible tu leche si por alguna razón no estás presente a la hora de alguna de las tomas. Esto permitirá hacer mucho más partícipe al padre o incluso otros familiares en la alimentación del bebé.
Cuarta semana de vida del recién nacido
El peso seguirá siendo el mejor indicador de la salud de tu bebé: asegúrate de que vacía bien el pecho y sigue ganando gramos de forma constante. Todavía comerá entre 8 y 12 veces al día, quizá algo más si le estás dando leche de fórmula. Disfruta de estos momentos, ya que esta etapa pasa muy rápido y, de aquí a no tanto tiempo, ¡la estarás echando de menos!
Quinta semana de vida del recién nacido
En el caso de que sea necesario empezar a utilizar el biberón, una buena alternativa es turnarte con tu pareja durante las noches para poder descansar mejor. Vamos a darte unos cuantos consejos para introducir el biberón, ¡no te los pierdas!:
● Intenta que sea otra persona quien le presente el biberón al bebé. Si lo haces tú puede que se frustre y lo rechace porque te estará oliendo, pero no tendrá acceso al pecho.
● No se lo des antes de dormir o al final del día, ya que estará cansado o cansada y no querrá tomarlo.
● Sé paciente, tomar el biberón es una mecánica diferente para tomar el pecho y tu bebé debe aprender poco a poco. Quizá al principio lo rechace o, quizá, lo acepte desde el primer minuto. ¡Cada bebé es diferente!
Si tu bebé toma leche infantil, quizá notes que tiene algo más de hambre de lo habitual y que quiere comer con más frecuencia que la semana anterior. Esto es debido a que sus necesidades nutricionales están cambiando, así que es probable que necesites aumentar la cantidad de comida que le das. Normalmente, si tu bebé está en esta situación notarás alguna de estas señales:
● Se acaba el biberón rápidamente y parece que se queda con ganas de más.
● Quiere comer menos tiempo que antes.
● No está subiendo tanto peso como antes.
● Se despierta más por la noche para comer.
En estos casos, deberás aumentar la cantidad de las tomas y hacer ajustes hasta que
des con una cantidad adecuada. Escucha a tu bebé, te dirá muy claramente si sigue
teniendo hambre o no.
Sexta semana de vida del recién nacido
Entre la tercera y la sexta semana de vida tu bebé dará otro estirón. Cuando esto pase notarás que sus hábitos para comer cambian ligeramente: es normal, ¡necesita energía extra! Dale el pecho y si toma leche de fórmula, asegúrate de que ajustas las cantidades para que tu peque tenga todos los nutrientes que necesita para afrontar esta fase.
Además de algunos cambios en sus hábitos de alimentación, durante esta semana también puedes notar novedades en las popos de tu peque. A medida que su sistema digestivo va madurando, los movimientos intestinales cambian y en la sexta semana puede que tu bebé empiece a hacer popo solo una vez al día o, incluso, pasarse algunos días sin hacer.
Este proceso es natural y no requiere de ningún cambio en vuestra rutina. En cambio, si el bebé está molesto e inquieto, o ves que levanta las piernas y se pone rojo intentando expulsar las heces, entonces es que está estriñendo. Sabrás si es así porque las popos, en este caso, estarán secas y serán mucho más duras. A veces el estreñimiento se confunde con la disquecia del lactante, pero son dos procesos diferentes: en este segundo caso, el bebé intenta hacer popo, pero como todavía no controla bien su cuerpo, está cerrando el esfínter en lugar de abriéndolo; este problema suele desaparecer por sí mismo con el paso de los días. Si quieres una opinión experta que te tranquilice, siempre puedes visitar a tu pediatra para que resuelva todas las dudas que tengas.
Séptima semana de vida del recién nacido
En estas semanas tu bebé quizá desarrolla gases que le provocan malestar, pero que no debes confundir con los cólicos. Las causas de estos gases pueden ser diversas: si tu peque toma leche de fórmula prueba a cambiar de variedad hasta que des con una cuya composición le siente mejor. Tu hijo también puede tener gases porque traga demasiado aire al comer o porque no es capaz de expulsar el gas que se genera durante la digestión. Existen diferentes maneras de ayudarle a aliviar estas molestias y a prevenir que los gases vuelvan a aparecer.
