México ocupa el primer lugar en embarazos adolescentes, entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con una tasa de fecundidad de 77 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años de edad.
El embarazo en adolescentes afecta negativamente la salud, la permanencia en la escuela, los ingresos presentes y futuros, el acceso a oportunidades recreativas, sociales y laborales especializadas y de calidad, y el desarrollo humano. Además del embarazo, tener relaciones sexuales sin protección implica un riesgo permanente de adquirir una infección de transmisión sexual.
Es por ello que el Gobierno de la República está desarrollando la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA), producto del trabajo conjunto de 16 dependencias del Gobierno Federal y de la participación de organizaciones de la sociedad civil, de organismos internacionales y de personas expertas del ámbito académico, en esta temática. El objetivo general es reducir el número de embarazos en adolescentes en México con absoluto respeto a los derechos humanos, particularmente los derechos sexuales y reproductivos.
Es así como el Instituto Nacional de las Mujeres, promueve la prevención del embarazo a través de unas cápsulas llamadas familias y sexualidades que brindan herramientas prácticas que apoyan los esfuerzos de los padres o cuidadores para comunicarse y acompañar a los adolescentes en esta etapa crucial de sus vidas.
A continuación, algunas ideas de los temas que se deben tratar con los chicos para influir positivamente en su desarrollo y empoderarlos en el tema de la sexualidad, y, así, prevenir el embarazo adolescente, recordando que ¡Prevenir es educar, no prohibir!
Educar en la igualdad. Influye en la prevención del embarazo porque nos aleja de estereotipos de género y de ideas que nos encasillan y no nos permiten valorar las diferencias en la vivencia de la sexualidad que, como vimos, es diversa y compleja. Hablar de derechos sexuales y reproductivos. La vivencia de la sexualidad es una parte integral y maravillosa de la personalidad de cada ser humano, por lo que es muy importante contar con condiciones para conocerla, disfrutarla y ejercerla con libertad y placer. Los derechos sexuales y reproductivos justamente buscan garantizar estas condiciones.
Educar en la sexualidad. De acuerdo con investigaciones, los adolescentes que tienen mayor comunicación con sus madres y padres acerca de la sexualidad tienden a posponer el inicio de las relaciones sexuales, a tener menos parejas, o a utilizar condón y otros métodos anticonceptivos cuando deciden iniciar la actividad sexual con su pareja.
Métodos anticonceptivos. Es importante entender que abordar el tema con ellos, es una gran oportunidad de apoyarlos, acercando información que los oriente sobre la existencia de las opciones en métodos anticonceptivos y su uso correcto. Ello, no significa que estemos promoviendo que tengan relaciones sexuales. Lo más importante es brindarles herramientas para cuidarse y ejerzan su sexualidad con responsabilidad.
Violencia de género. La mayor parte de las relaciones sexuales en condiciones de violencia están vinculadas a ideas que culturalmente se promueven sobre el amor romántico, en particular en las mujeres, las cuales no corresponden a expectativas reales ni viables. Además de que refuerzan estereotipos de género, fomentan la dependencia y la violencia de pareja.
Embarazo. Una vez que el embarazo en adolescentes es una realidad, es necesario afrontar la situación en conjunto y con la información y apoyo necesarios para poder construir o reconstruir un proyecto de vida que responda a la nueva realidad.
Relaciones y afectos. ¿Cómo explicar a nuestras hijas e hijos lo que se confunde con el amor? En las relaciones motivadas por el amor o el enamoramiento existen factores de riesgo vinculados a ideas que culturalmente se promueven, por ejemplo, la entrega de pruebas de amor, la confianza ciega o el amor eterno, sin pensar que además, o aparte de un encuentro placentero, se exponen a infecciones y/o embarazos no deseados.
Proyecto de vida. Para prevenir un embarazo no deseado en la adolescencia, madres y padres o tutores, pueden fomentar la construcción de un proyecto de vida que le permita a su hijo adolescente ir dando pasos para conformarlo, incluyendo la toma de conciencia de su sexualidad y de las medidas de autocuidado, prevención y toma de decisiones que requiere para ir realizando y cumpliendo con su proyecto de vida.